Un antiguo proverbio dice: hay que comer para vivir y no vivir para comer. No se trata unicamente de comer, sino también de cuándo, cómo y porqué.
Dejando aparte antiguas condicionantes sociales,culturales y religiosas,etc.., que tanto han influido en nuestros habitos de alimentación, es fundamental elegir un estilo de vida que nos permita estar mejor preparados para aumentar las defensas y conseguir un estado de salud óptimo.Para lograrlo,debemos alcanzar una meta: controlar periodicamente nuestro peso, dominar el estrés,evitar el sedentarismo físico, mental y afectivo.
Por fortuna vivimos en una región que nos brinda una sana tradición culinaria,y nos permite disfrutar de exquisitos pescados,buena carne,leche , excelentes aceites, buen vino, verdura y fruta a nuestro alcanze, hacemos referencia a la tan conocida dieta mediterranea.
A pesar de esto, en nuestra sociedad actual,la alimentación es superior en cantidad,calidad y variedad a la de épocas anteriores; sería lógico pensar que nuestra salud fuera mejor que antaño. Antes habían enfermedades causadas por deficiencias (anemias,escorbuto,etc.), hoy en día padecemos enfermedades por exceso (obesidad,diabetes, problemas cardíacos,etc).
Debemos tener en cuenta que nos alimentamos para proteger la salud, asegurar un desarrollo armónico de nuestro organismo,aumentar el rendimiento laboral y proporcionar una mejor calidad de vida.Por este motivo no debemos confiar la selección de alimentos exclusivamente a nuestros "alimentos favoritos" o a nuestras "comidas cómodas", sino en una variada selección de alimentos que al mismo tiempo respete nuestra cultura culinaria , costumbres tradicionales y que sea fácil de preparar.
Cúantas veces comemos por inercia y cúantas porque realmente sentimos hambre, séntemonos a reflexionar..
y tu que piensas?